"La mujer sabia edifica
su casa, y la necia con sus manos la destruye". Mamá, tú estás cerca
al corazón de tus hijos ¿Qué haces por ellos? ¿Enseñas principios, valores
y normas con tu ejemplo de vida? ¿Sabes que tu vida diaria, más que las
palabras, es la que marcará pautas de vida? ¿Le echas la culpa del
comportamiento de tus hijos a la influencia del mundo, a los malos amigos, a la
televisión, a los vicios y hasta al colegio?.
Pero tú, como mamá, que estás
tan cerca de su corazón, en unidad con tu esposo ¿qué hacen
frente a todo lo que ellos ven y viven? ¿Cómo está tu ejemplo?: ¿Te
emborrachas? ¿Fumas? ¿Frecuentas los After Party? En la casa salen tus hijos
¿y ni siquiera estás de acuerdo con tu esposo sobre con quién, a dónde y en
qué? ¿Y por consiguiente tampoco en la hora de regreso porque es lo mismo las
11 p.m. que las 3:00 a.m.?
El problema no son los
adolescentes, el problema son los padres que no frenan el comportamiento
inadecuado de sus hijos. El papá y la mamá tienen que ponerse de acuerdo para
trabajar como uno solo en la educación.
Tú, que eres la mamá, puedes
hacer mucho por ellos, recordando siempre que el mayor impacto que se tiene
sobre el corazón de los hijos es el tipo de relación de pareja que ustedes
tengan. Son tiempos difíciles y darás cuentas a Dios por acción y por
omisión. Pero Dios es misericordioso y no mira sólo las equivocaciones que has
tenido. Mira también la intención de tu corazón. Vuelve tus ojos a Dios para
que primero restaure tu vida y así puedas sembrar buenas semillas en la vida de
tus hijos. Sólo con la sabiduría y estrategias que les dé el Señor podrán
arrancar la cizaña de la vida de ellos y ayudarles a enderezar el camino que
tienen por delante. Siempre hay esperanza cuando miran hacia el cielo y le piden
ayuda a Dios. La Biblia, en Proverbios 31:30, dice: "Engañoso es el
encanto y pasajera la belleza; la mujer que teme al Señor es digna de
alabanza".
Victoria Ricardo
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